Bjørn Stensaker y Andrea Saltelli tuvieron un debate sobre el presente y el futuro del saber, el fenómeno de la desinformación y de su gestión.
Los algoritmos, la autorregulación de la ciencia y el panorama actual del conocimiento, fueron algunos de los objetos de debate, del sexto diálogo del ciclo “Democracia bajo control”
El pasado jueves 15 de noviembre se reunieron en el Palau Macaya, Bjørn Stensaker (Catedrático de educación superior de la universidad de Oslo) y Andrea Saltelli (Profesor adjunto del centro d’estudios de ciencias y humanidades de la universidad de Bergen), ambos tuvieron un debate ameno sobre el presente y el futuro del saber y de su gestión, bajo del diálogo, organizado por la fundació Ernest Lluch y el propio Palau Macaya: “¿Quien homologa el conocimiento en la sociedad de la Desinformación?”
En los últimos 10 años el volumen de información científica se ha multiplicado por diez, esto en gran parte se debe a Internet el cual permite una gestión de una cantidad ingente de información, inimaginable unos pocos años atrás. Aunque muchos de los debates que tiene la ciencia no son nuevos, el problema que tiene la disciplina para encargarse de su propia base de conocimiento, debido a la enorme cantidad de información, si que se trata de un problema reciente. Según Andrea Saltelli la ciencia corre el riesgo de morir de éxito, debido a un colapso de información.
Aunque Internet ha democratizado el acceso al conocimiento, el anonimato de las fuentes o la falta de regulación son algunos contras bastante problemáticos.
Todo esto, hace que los mecanismos de autorregulación propios del gremio científico empiezan a tambalearse. Debido a la cantidad de información ya no se aplica el sistema de revisión entre iguales; a día de hoy se utiliza inteligencia artificial para realizar “pseudorevisiones”, y según Bjørn Stensaker actualmente es muy fácil publicar artículos académicos.
Una de las problemáticas actuales es la falta de un traductor homologado, es decir alguien encargado y reconocido por todos, que convierta los datos y resultados técnicos y científicos en información rigurosa pero entendible para el gran público.
Esta tarea solía emanar del campo de las ciencias sociales, las cuales últimamente se han visto menguadas en favor de las ciencias naturales.
La inexistencia de un homologador oficial, a provocado que cualquiera pueda realizar esta función traductora. Esto es una de las causas del auge de los populismos y de los escepticismos, como por ejemplo los antivacunas.
Andrea Saltelli calificó Wikipedia como el Facebook de la ciencia, avisando que sería catastrófico que esta plataforma acabara teniendo el monopolio de la información; debido a su manca de regulación y el anonimato de sus autores entre otros factores. También se habló de Google Scholar como una herramienta con luces y sombras: por una parte es fantástica ya que permite acceder a miles de artículos académicos, rigurosos y contrastados. Pero por otra parte peligrosa si tenemos en cuenta distintos factores: siendo realistas, no tiene competidor por lo tanto no hay alternativa, los algoritmos deciden el posicionamiento de los artículos creando jerarquías e incluso verdades.
La personalización de Google, elimina los espacios de encuentro, segmenta y separa las opiniones discordantes y por tanto suprime toda clase de diálogo; es una de los causantes de las echo chambers y de la polarización que estas provocan.